Desde la obertura de Ruslan y Liudmila que fue la primera ópera en ruso escrita por un compositor ruso y para público ruso y que además sirvió de parámetro a las aspiraciones de su autor y de varios entre quienes

Cuando a Glinka le presentaron a Balakirev, el encuentro propició la formación de un grupo de compositores en torno al segundo que el escritor Stavov llamó El puñado poderoso.