Pierre-Laurent Aimard: obras para piano entre Bach, Kurtag y Ligeti

 

 

Pierre-Laurent Aimard, piano, Francia

 

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Jueves  23 de abril de 2015, 20:00

 

Selecciones de

Johann Sebastian Bach (Alemania, 1685-1750) Clave bien temperado, libro I, preludios y fugas

György Kurtág (Rumania, 1926) Játékok (juegos)

György Ligeti (Rumania, 1923-Austria, 2006) Études (estudios)

 

 

Kurtág – Preludio y coral: 1- Preludio, 2- Coral, para el cumpleaños 80 de Benjamin Rajeczky

Bach – No. 9 en Mi Mayor, BWV 854

Bach – No. 14 en Fa Sostenido Menor, BWV 859

Kurtág – Versetto : Temptavit Deus Abraham… (Órganum apócrifo)

Kurtág – Versetto : Dixit Dominus ad Noe: finis universe carnis venit…

Kurtág – In memoriam Gyorgy Szoltsanyi

Bach – No. 22 en Si Bemol Menor, BWV 867

Kurtág – Lamento

Kurtág – Preludio a una exposición de Balint

Kurtág – Así sucedió

Bach – No. 16 en Sol Menor, BWV 861

Kurtág – Para el cumpleaños de Dora Antal (1a versión)

Kurtág – Juega con la infinidad

Kurtág – Antífona en Fa sostenido mayor

Bach – No. 13 en Fa Sostenido Mayor, BWV 858

Kurtág – Fanfarria de campanas para Sandor Veress

Kurtág – Hebras de pasto en memoria de Klara Martyn

Kurtág – Campanas para Margit Mandy

Bach – No. 5 en Re Mayor, BWV 850

Bach – No. 8 en Mi Bemol Menor, BWV 853

Ligeti – No. 11, En suspenso

Bach – No. 1 en Do Mayor, BWV 846

Ligeti – No.15, Blanco sobre blanco

Bach – No. 2 en Do Menor, BWV 847

Ligeti – No.17, Sin aliento

Bach – No. 22 en Mi Bemol Menor, BWV 867

Ligeti – No.12, Entrelazado

Bach – No. 10 en Mi Menor, BWV 855

Ligeti – No.13, La escalera del diablo

 

En la selección de obras de Pierre-Laurent Aimard se encuentran obras de Bach, Ligeti y Kurtág. El modelo y parámetro de composición para teclado establecido por Bach en su Clave bien temperado cumple en 2015 trescientos años. Las composiciones que originaron su primer libro parecen datar de 1715. A su lado se sitúan los Estudios de Ligeti que el compositor inició quince años antes de concluir el siglo XX y que continuó escribiendo mientras tuvo salud hasta 2003, tres años antes de su muerte. Y finalmente, algunos de los Juegos de Kurtág, miniaturas de ensayo para salir de un estancamiento productivo que soportó desde 1968 y que, paradójicamente, no ha dejado de componer desde 1973. A la fecha suman varios cientos de piezas y alcanzan ocho volúmenes publicados. Kurtág ronda los 90 años y con su esposa Marta continúa interpretando sus obras de piano para un ejecutante o a cuatro manos o para dos pianos. Quienes han visto a la pareja en escena se maravillan ante la manera en que los Juegos de Kurtág en realidad son jugados durante su ejecución.

Bach inició la composición del Clave para el mayor de sus hijos. Quería que el muchacho aprendiera tanto la manera de tocar al teclado, como de improvisar y ornamentar sin olvidar los rudimentos de una sólida formación como compositor. La idea de componer tratando de abarcar todo el espectro de tonalidades no fue original de Bach y las evidencias señalan que por sus manos pasaron las ediciones de quienes le antecedieron en el proyecto. La diferencia notable con sus colegas fue que Bach completó las cuarenta y ocho tonalidades posibles. Dicho trabajo lo adelantó en dos libros que superaron el propósito pedagógico de enseñarle a sus hijos, aunque se sabe que aprendieron de allí. Bach utilizó esos preludios pareados con fugas para instruir a otros alumnos y durante más de treinta años continuó trabajando en el perfeccionamiento de las composiciones. Pero a pesar del título de su obra, Bach no hizo explícito el significado de lo que consideraba un teclado bien temperado. A partir de 1801-02, comenzaron a publicarse ediciones fiables de las piezas y algunos estudiosos concluyen, que la afinación con temperamento igual fue la que propuso Bach. De cualquier forma, esta es la base de la técnica con la que se afina el piano moderno. Hay que tener en cuenta que en vida de Bach ese instrumento no existía, aún si fuera cierto que Bach concibió algunas obras suyas para que se ejecutaran en los modelos de pianofortes que alcanzó a conocer.

La fama y solidez del Clave proviene en buena medida de su conocimiento y estudio por parte de Mozart. Un barón van Swieten, dado a viajar a Londres, coleccionó ediciones de Handel y Bach para que las obras fueran actualizadas y puestas en ejecución en la Viena de fines del siglo XVIII. Mozart tuvo acceso a partituras como las del Mesías, que reorquestó, al igual que a las del Clave del que aprendió el más elaborado contrapunto que se compiló justo cuando el barroco desaparecía. A partir de entonces, el contrapunto de Mozart se enriqueció y dejó huellas en compositores posteriores que unen la tradición de Bach con Kurtág, pasando por Beethoven, Mendelssohn, Liszt, Brahms, Mahler, Webern, Bartók, Debussy y  Shostakovich, entre otros.

Ligeti es uno de los compositores más influyentes del siglo XX. Inicialmente salió de su país aislado de la estética occidental por parámetros disciplinarios de corte ideológico. Llegó a Austria a aprender cómo se hacía música sin los estrictos códigos de conducta de Hungría y de inmediato apropió todo lo que estuvo a su alcance. Más tarde incluyó en sus obras elementos que tomó ya fuera de los Beatles o de la libertad estricta del piano del jazzista Thelonius Monk. Casi al mismo tiempo empezó a viajar por Europa y a ejercer una poderosa influencia liberadora entre colegas. Ligeti se propuso componer doce estudios para piano siguiendo el legado de los de Debussy pero disfrutó tanto al escribirlos que no pudo parar. Los primeros seis quedaron agrupados en un volumen y le siguieron otros tantos, y seis más después.

Kurtág no apareció para el gran público como sucedió en 1968 con Ligeti cuando el cineasta Kubrick incluyó su Lux Aeterna para coro mixto a capella en la banda sonora de 2001: Odisea en el espacio. Al cumplir 70 años, hace dos decenios, se le rindió homenaje a Kurtág y en los círculos musicales se dio inicio a una mayor difusión de su obra, que se consideraba  un producto reservado a los corrillos académicos, por escasez de divulgación. Este mito quedó deshecho gracias al gusto con el que Kurtág se refiere a la actitud placentera, espontánea e inmediata que lo llevó a iniciar la composición de sus Juegos, emulando al infante que se olvida del juego que juega a medida que lo juega. Fue una seriedad juguetona la que lo llevó a vencer su silencio compositivo. Pero aclara que sus Juegos no son un método para el aprendizaje sino su modo de celebrar el espíritu tras la creación musical. Con frecuencia Kurtág y su esposa Marta ejecutan selecciones de los Juegos y les gusta intercalarlos con las hermosas transcripciones de Bach que son centrales en la estética de este compositor. Las dedicatorias de las obras de Kurtág son testimonio de su afecto por los vivos y los fallecidos. Los Juegos son un diario en música, un homenaje a otros compositores, a musicólogos, poetas y amigos. Son ejercicios de placer en el sonido por el sonido mismo.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org