OFB y Leonardo Marulanda: recreo filarmónico

 

Orquesta Filarmónica de Bogotá

 

Director: Leonardo Marulanda, Colombia

 

Viernes 27 de octubre de 2017, Auditorio León de Greiff
Sábado 28 de octubre de 2017, Auditorio Fabio Lozano

 

 

Programa

 

George Bizet (Francia, 1838-1875). Carmen. Toreadores. (arr Ernest Guiraud (1837-92), 1882?)

Edvard Grieg (Noruega, 1843-1907). Peer Gynt. En la cueva del Rey de la montaña (1888)

Ludwig van Beethoven (Alemania, 1770 – Austria, 1827). Sinfonía No. 5 en do mayor, Op. 67 (1804-08) 1er Movimiento.

Gioachino Rossini (Italia, 1792 – Francia, 1868).  Obertura Guillermo Tell (1824-29)

Johannes Brahms (Alemania, 1833 – Austria, 1897). Danza húngara No. 5 (1858-1868)

Lucho Bermúdez (Carmen de Bolívar, Bolívar, 1912 – Bogotá, 1994). Danza Negra (1946)

Piotr Ilích Tchaikovsky (Rusia, 1840-1893). Marcha eslava, Op. 31 (1876)

 

Intermedio

 

Richard Wagner (Alemania, 1813-1883). Las Valquirias (1856-70). Cabalgata.

Wolfgang Amadeus Mozart (Alemania, 1756 – Austria, 1792). Pequeña serenata nocturna (1787)

Alex Tobar (Bogotá, 1907-75). Serenata en Chocontá (s.f.)

Aram Khachaturian (Georgia, 1903 – Rusia, 1978). Danza de los sables (1941-42)

Pietro Mascagni (Italia, 1863-1945). Cavalleria Rusticana, Intermezzo (1890)

Piotr Ilích Tchaikovsky. Ballet Cascanueces, Vals de las flores (1892)

León Cardona (Yolombó, Antioquia, 1927). Melodía triste, pasillo (1990)

Piotr Ilích Tchaikovsky. Obertura 1812 (1880)

 

 

Notas al programa

 

En la ópera Carmen, la canción del torero Escamillo al hacer su entrada en el segundo acto es una pieza magistral. De Carmen se hicieron un par de selecciones de sus números más destacados en versión instrumental con la riqueza melódica y rítmica que los distinguen.

 

La obra Peer Gynt del dramaturgo sueco Henryk Ibsen se estrenó en 1867 con música de Edvard Grieg. Fue tal el éxito que el compositor dejó aparte unas piezas instrumentales. Aquí, destaca un portentoso patrón rítmico y percusión notable. La intención del compositor fue irónica al hacer la presente pieza que resalta burlonamente a la corte de un rey rodeado de troles, duendes y otros personajes de la mitología noruega.

 

La Quinta de Beethoven inicia con fragmentos musicales que motivan la elaboración de los temas de los que se desprende toda una intrincada estructura. En los primeros ocho acordes, reducibles a sólo ocho notas, está contenido uno de los primeros movimientos más famosos de toda la música y permite estudiar los elementos que constituyen la médula de la música sinfónica en el clasicismo.

 

Wilhelm Tell es un héroe legendario suizo cuya presencia quedó registrada a fines del siglo XV al momento de la consolidación de la Confederación suiza. Tras las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX, la figura de Tell resurgió para animar el espíritu de independencia frente a la tiranía que se les quiso imponer. El compositor Rossini, proveniente de una Italia que también sufrió bajo Napoleón, ideó una ópera en torno al legendario luchador.

 

Las Danzas húngaras de Brahms son un conjunto de veintiún piezas para piano que explotaban el exotismo asociado con una porción del imperio Austro-húngaro de fines del siglo XIX. Mientras que la capital imperial, Viena, donde vivía Brahms, era un centro cultural importante, los vieneses consideraban que los territorios húngaros del imperio eran extraños. Brahms tomó una danza húngara de un autor conocido como punto de partida, creyendo que se trataba de una anónima canción popular. El éxito de la pieza movió a otro compositor a hacer una versión orquestal.

 

La Danza negra de Lucho Bermúdez es una canción de 1946 cuando se encontraba en Argentina. Con nostalgia, recordó la cumbia colombiana, para que su esposa, Matilde Díaz hiciera la parte vocal. Ya sin el texto, la versión para orquesta aprovecha tanto el ritmo de cumbia como una orquestación de Big Band en la que Bermúdez era diestro.

 

Entre los intereses imperiales rusos de fines del siglo XIX, se encontraba el territorio de Serbia que le valía de cuña contra los otomanos de Turquía. En la guerra de 1876 Rusia apoyó a los serbios y se le encargó a Tchaikovsky una pieza instrumental alusiva. La obra emplea melodías de un par de canciones populares serbias y del himno imperial ruso. Está propuesta de modo que los ingredientes serbios suenan como un pedido de auxilio y los rusos, como una respuesta solidaria.

 

Wagner hizo las cosas a su modo, sin importarle a quién tuviera que enfrentarse. Sin embargo, cedió ante su propio éxito. El comienzo del acto 3 de Las valquirias contiene una música de la que circularon versiones puramente instrumentales no autorizadas por Wagner. Este se negó a autorizar una versión instrumental, pero terminó haciéndolo y dirigiendo él mismo la pieza en respuesta al clamor del público.

 

En 1787, cuando Mozart rondaba los treinta y un años, se encontraba ocupado en la composición de Don Giovanni, su más importante ópera en italiano. Ese mismo año escribió la Pequeña serenata nocturna, de la que aún no se ha podido establecer para qué ocasión la compuso. Se sabe que la obra tenía cinco movimientos, pero se perdió el primero.

La OFB comenzó a publicar CDs con arreglos sinfónicos de música tradicional colombiana en 1998. Al año siguiente apareció el volumen 2 de las Memorias musicales colombianas que se extendió hasta el número 7 en 2004. En el segundo volumen se encuentra el arreglo de la Serenata en Chocontá de Alex Tobar, un torbellino con todo el recuerdo de esa danza, que en la versión orquestal expresa algo del estilo instrumental de las serenatas de Mozart.

 

El ballet Gayane de Aram Khachaturian se estrenó en 1942 en un momento álgido de la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis se proponían arrasar con la Unión Soviética y para su propósito masacraban a la población civil que se desplazaba hacia el interior de la república. Era un momento propicio para la música de exaltación patriótica. En el cuarto acto aparece esta Danza de los sables.

 

En la ópera italiana Cavalleria Rusticana, nobleza rústica podría decirse, uno de los momentos de mayor tensión dramática ocurre en la plaza desierta. El público escucha la presente pieza lenta y melancólica en un instante de concentración emocional.

 

Tras la buena recepción de Cascanueces, el famoso ballet de Tchaikovsky, el compositor seleccionó en 1892 algunos fragmentos clave de la música para compilar piezas instrumentales que a su juicio funcionaran bien en conjunto. Este concluye con la música del Vals de las flores que supera en frecuencia de ejecución y favoritismo del público a cualquiera otra de las partes del ballet.

 

La Melodía triste del apreciado León Cardona ha sido arreglada por el maestro Fabio Londoño y es uno de los temas de música popular colombiana más queridos por el público.

 

Volviendo a Tchaikovsky, se le pidió una pieza para la exposición industrial rusa que se llevaría a cabo en Moscú en 1881. Por el asesinato del zar Alejandro III, la obertura se estrenó un año después y conmemora la victoria de los rusos sobre los ejércitos invasores de Napoleón en 1812. De allí que la melodía de La marsellesa se escuche con tanta claridad.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud de la Orquesta Filarmónica de Bogotá a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.filarmonicabogota.gov.co