Concierto 55 – Ronald Brautigam: sonatas para piano K 283/189h y K 311/284c
Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015
15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes
Concierto No. 55
Teatro Estudio
Sábado 4 de abril de 2015, 16:00
Ronald Brautigam, pianoforte, Holanda
Sonata para piano No. 5 en Sol mayor, K 283/189h (1774)
I. Allegro
II. Andante
III. Presto
Sonata para piano No. 9 en Re mayor, K 311/284c (1777)
I. Allegro con spirito
II. Andante con espressione
III. Rondó
Haydn tenía 41 años de edad en 1773 cuando apareció su grupo de seis sonatas para piano que Mozart tuvo oportunidad de conocer y estudiar. A partir de entonces, entre 1773 y el año siguiente, Mozart compuso su propio grupo de seis sonatas para piano a los 18 años. El primer movimiento de su sonata K 283 presenta la estructura de la forma sonata de la manera más clara posible de suerte que sus temas principal y secundario, el desarrollo de estos temas y su recapitulación resultan diáfanos para el ejecutante y el oyente. El tema de apertura presenta el procedimiento de pregunta y respuesta por la forma de alternarse frases musicales. Señalan los especialistas que las ornamentaciones en este movimiento se aprecian de la mejor manera en instrumentos de la época de Mozart, con el rasgo característico de su música consistente en el marcado contraste dinámico entre volumen sonoro bajo y elevado que puede conseguirse de manera más sutil en estos instrumentos que en los poderosos pianos modernos. Mientras que este movimiento se toma ciertas libertades frente a la práctica común de su momento a la hora de abordar el desarrollo, el segundo movimiento, el más lento de la obra, sigue atentamente las expectativas de estructuración. Y si los primeros dos movimientos tienen un toque de refinación y delicadeza en la concepción formal y en las variadas sugerencias melódicas, el tercer movimiento es de una alegría más primaria, con lo que el contraste entre las partes de la obra apunta hacia la diversidad y el disfrute.
La siguiente vez que Mozart abordó la composición de sonatas para piano lo hizo en su viaje hacia París que lo llevo por tierras de Alemania. Allí tuvo oportunidad de escribir una sonata para Rosa Cannabich, la talentosa hija del compositor de Mannheim con quienes Mozart sostenía una entrañable relación. A continuación, comenzó a satisfacer el encargo de las niñas Freysingen de Munich quienes le pidieron una sonata. En esta, la K 311, Mozart abordó el reto de equilibrar dos formas de virtuosismo, el suyo como compositor e intérprete y el de sus destinatarias, a la par de balancear imaginación creativa y expresividad. El primer movimiento es un alegro que pide, además de velocidad y determinación rítmica, tenacidad en la ejecución. Al anterior, contrasta uno de tiempo lento que permita concentrada reflexión, en un gesto de tipo romántico. En el tercer movimiento se revela la seguridad de Mozart en una música jocosa, alegre y amplia, que vendría igualmente bien al movimiento final de uno de sus conciertos para piano. Conviene recordar que en Mannheim, Mozart se había encontrado con el fabricante de pianos Stein, cuyos novedosos instrumentos tuvo ocasión de probar y encontrar agradablemente sonoros y ágiles.
Ronald Brautigam, piano (Holanda)
Inició estudios de piano en Ámsterdam y los prosiguió en Londres y Estados Unidos donde siguió las orientaciones de Rudolf Serkin. En el 95 firmó con el sello sueco BIS y al año siguiente grabó la totalidad de sonatas de Mozart en pianoforte. Entre los colegas con los que Brautigam interpreta obras de cámara se encuentran la violinista Isabelle van Keulen, la violista Nobuko Imai y la flautista Sharon Bezaly. Con frecuencia aparece como solista, ya sea ejecutando el gran piano moderno o el pianoforte de época, con agrupaciones como la del Concertgebouw, Filarmónica de Londres y de la BBC, Sinfónica de Birmingham, Filarmónica de Hong Kong, del Festival de Budapest, Nacional de Francia y de la Gewandhaus de Leipzig, entre las agrupaciones modernas. Y entre los conjuntos que ejecutan versiones de época se hallan la Kölner Akademie, Orquesta de la Era de la Ilustración, Tafelmusik, Orquesta del Siglo 18, la Barroca de Friburgo, la Hanover Band, el Concerto Copenhague y la Orquesta de los Campos Elíseos, entre otras. Son numerosos los directores con los que ha tocado, entre los cuales se destacan los nombres de Riccardo Chailly, Charles Dutoit, Bernard Haitink, Frans Brüggen, Christopher Hogwood, Marek Janowski, Roger Norrington, Marin Alsop, Ivor Bolton, Andrew Parrott, Ton Koopman, Ivan Fischer, Mark Elder y Robert Wesseln. En 2005 Brautigam presentó en Holanda el estreno mundial del adagio de un desaparecido concierto para piano de Beethoven de 1789. Su catálogo de grabaciones supera los cincuenta títulos e incluye los diecisiete CDs con las obras de Beethoven en pianoforte. En la actualidad enseña en la Escuela Superior de Música de Basilea.
Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org