Concierto 49 – Cuarteto David Oistrakh y Diego García: cuarteto de Glazunov y quinteto de Borodin
Tercera edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es la Rusia Romántica, 12 al 15 de abril de 2017
17 escenarios en 10 localidades de la ciudad
50 conciertos, 19 compositores y 45.477 asistentes
Concierto No. 49
Auditorio Huitaca
Viernes 14 de abril de 2017, 17:30
Cuarteto David Oistrakh, Rusia
Invitado: Diego García, chelo, Colombia
Alexander Glazunov (Rusia, 1865 – Francia, 1936)
Cuarteto No. 5 en re menor, Op. 70 (1898)
I. Andante – Allegro
II. Scherzo. Allegretto
III. Adagio (con licenza)
IV. Finale. Allegro
Alexander Borodin (Rusia, 1833 – 1887)
Quinteto de cuerdas fa menor (1853 – 54, 1855 – 60)
I. Allegro con brio
II. Andante ma non troppo
III. Menuetto
IV. Finale: Prestissimo – Adagio – Prestissimo
El público ruso desde el siglo XIX hasta la revolución de 1917, entre la música de salón prefirió las canciones, especialmente romanzas acompañadas de piano, la música ligera para piano solo y, apenas, un poco de música de cámara, que generalmente no gozó de mayor entusiasmo. No disfrutaban de la música de cámara ni el escritor Alexander Stasov, el más explícito en demandar y aplaudir los esfuerzos por ver afincado un estilo nacionalista ruso, ni Mili Balakirev, el compositor que bajo su patrocinio hizo de cabeza visible del grupo de Los cinco y quien reunió en su casa semanalmente a los autodidactas que, como él, tenían algo de destreza musical, mucho de entusiasmo y bastantes ocupaciones no musicales con las que se ganaban la vida. Balakirev manifestó su desagrado por el género, de suerte que sus colegas supieran que esas composiciones no eran bienvenidas. Aun cuando no perteneció al grupo de Los cinco, Tchaikovsky les presentó algunas de sus obras, los trató socialmente y asistió a veladas con ellos. Su refrescante llegada no cambió la apreciación colectiva a la música de cámara y, en sus cartas y diarios, se evidencia reticencia hacia el género, realzada por un par de excepciones sobresalientes.
De modo que cuando el químico, investigador y maestro Alexander Borodin, miembro de Los cinco y autodidacta, comenzó a componer su quinteto alrededor de los veinte años y se extendió en dicha labor cuando el tiempo se lo permitía, hasta cumplir veintiocho, el compositor sabía que se estaba metiendo en un terreno sin acogida, en un género musical repudiado y sin verdaderos guías o consultores para adelantar la composición. La obra quedó sin concluir y Borodin nunca hizo nada para que la pieza se ejecutara. El quinteto se estrenó luego de su muerte. El compositor y maestro del conservatorio de San Petersburgo, Orest Evlakhov escribió lo indispensable para acabar el cuarto movimiento y lo hizo de una manera bastante simplista, lo que resulta ventajoso, pues su falta de pretensiones le permitió concluir una obra admirable, agradable y placentera por su sencilla dirección en busca de una belleza convencional. De otra parte, muchos años después Glazunov, él sí graduado del conservatorio, maestro del mismo y director de la institución, hizo la transición del zarismo al sovietismo y le imprimió a la escuela un rigor académico, disciplina y respeto por los patrones musicales mejor establecidos y más aclamados. Lo anterior lo hizo famoso como conservador, apegado a obras claras y bien estructuradas. Así es su quinto cuarteto de cuerdas. Resulta ejemplar en la presentación de los temas, apegado a los motivos musicales que le ayudaron a estructurar toda la obra y que pasan de uno a otro movimiento como recordatorio de cuánto hay de común en el material básico de la pieza. Para que Rusia tuviera un compositor capaz de abordar el género de cámara con el gusto de sus antecesores de habla germana y, quizás, con sus logros, fue necesario que el romanticismo ya no estuviera en boga en la Rusia soviética. Shostakovich, un discípulo de Glazunov, dejó quince cuartetos de cuerdas y otras destacadas obras de cámara.
Cuarteto David Oistrakh (Rusia)
Este Cuarteto se formó en 2012 y está integrado por Andrey Baranov, Rodion Petrov, Fedor Belugin y Alexey Zhilin. Adoptó su nombre en homenaje a uno de los más reconocidos violinistas y maestros rusos de violín. Andrey Baranov, primer violín, ha ganado más de veinte concursos internacionales. Entre ellos el Reina Elisabeth que obtuvo en 2012, setenta y cinco años después de que el propio Oistrakh lo consiguiera. Como solista ha tocado con orquestas como las filarmónicas de Londres, Sendai, San Petersburgo, Bruselas y Luxemburgo. Rodion Petrov, segundo violín, se graduó de la Academia Reina Sofía de Madrid y del Conservatorio de Moscú. Ha obtenido premios en los concursos italianos Rodolfo Lipizer y Premio Paganini. Actuando como solista, se ha presentado en salas como el Auditorio Nacional en Madrid y la Sala Suntory en Tokio. Fedor Belugin, viola, además de haber obtenido numerosos premios en concursos internacionales, enseña en el Conservatorio Estatal de Moscú y en la Academia Gnessin. Belugin combina su actividad de músico de cámara con su desempeño como solista. Fue miembro del Cuarteto Estatal Shostakovich. Alexey Zhilin, chelo, ha participado y ganado numerosos concursos internacionales. Con frecuencia se presenta como solista con agrupaciones de cámara y orquestas rusas y de otros países. Zhilin es maestro en el Conservatorio Estatal de San Petersburgo. Todos ellos emplean instrumentos apreciables italianos del siglo XVIII y XIX.
Diego Garcia Castro, chelo (Colombia)
El chelista Diego García proviene de una familia de músicos y estudió chelo en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia. Diego siguió estudios de posgrado en Mainz con Patrick Demenga y Julius Berger, en Augsburgo con Berger y Sabastian Hess y en Viena con Wolfgang Aichinger. Ha recibido clases de música de cámara con Bernhard Tluck, Hartmut Tröndle, el Cuarteto Artis, Teresa Leopold y Marielena Fernandes. Asimismo, ha participado en cursos de perfeccionamiento en Colombia y Europa con Siegfried Palm, Gerald Mantel y Peter Wispelwey, por mencionar algunos. Se ha presentado en Colombia, Alemania y Austria como solista y en programas de cámara. Diego ganó el Concurso de Música de Cámara del Mozart Verein de Nuremberg con el Tempera Quintett y participó en la grabación de un CD en homenaje a la compositora Sofia Gubaidulina para el sello Wergo. Estuvo de gira por Corea con el cuarteto de chelos Cello Passionatto y tocó con el Acros Trio en el Musikverein de Viena y en Alemania. Diego García ha participado en proyectos-laboratorio con compositores como Wolfgang Rihm, Sofia Gubaidulina y Franghiz Ali-Zadeh además de haber tomado parte en festivales de música con diversos grupos de cámara. García es el chelista del Cuarteto Q-arte y es maestro en el Conservatorio de la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes.