Concierto 46 – Filarmónica Joven de Colombia, Adrián Chamorro y Gabriel Ahumada: K 135, K 313/285d y K 183/173dB
Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015
15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes
Concierto No. 46
Teatro Colón
Sábado 4 de abril de 2015, 11:00
Orquesta Filarmónica Joven de Colombia
Director: Adrián Chamorro, Colombia
Solista: Gabriel Ahumada, flauta, Colombia
Obertura de la ópera Lucio Silla, K 135 (1772)
I. Molto allero
II. Andante
III. Molto Allegro
Concierto para flauta No. 1 en Sol mayor, K 313/285c (1778)
I. Allegro maestoso
II. Adagio ma non troppo
III. Rondó: Tempo di Menuetto
Sinfonía No. 25 en Sol menor, K 183/173dB (1773)
I. Allegro con brio
II. Andante
III. Menuetto y Trío
IV. Allegro
En 1770 Mozart viajó a Milán en compañía de su padre, Leopold. Allí, el muchacho de 14 años de edad aprendió de ópera italiana y consiguió un lugar entre los compositores a quienes se encargaban tales obras. Mozart llegó a viajar en dos oportunidades más a Italia, donde hizo buenos amigos, lo que le resultaba fácil dada la amabilidad de su carácter, su buena disposición para la juerga y el trabajo. El encargo llegó y en 1772, cuando Mozart tenía casi 17 años de edad. Se estrenó la ópera Lucio Silla en el palacio ducal de Milán, al cabo del último viaje del compositor a Italia. Los comentaristas coinciden en señalar que Lucio Silla es el resultado de una música maravillosa sobre un libreto de escaso mérito. Los cantantes y músicos tampoco ayudaron y el estreno fue un desastre, pero las presentaciones siguientes fueron entrando en el orden necesario para hacer un desempeño aceptable. La obertura de la ópera es una breve sinfonía italiana en tres movimientos que, según se dice, Mozart compuso en sólo una hora luego de terminada la ópera. Los temas musicales de la obertura, sin embargo, no están relacionados con los de la ópera.
En 1777 Mozart consiguió que el rico cirujano holandés y flautista aficionado Ferdinand de Jean le encargara varias obras para el instrumento, lo que resultó en la composición del presente y de un segundo concierto para flauta y orquesta. La obra quedó terminada en la ciudad alemana de Mannheim a comienzos de 1778 durante el viaje del compositor que lo llevó hasta París, viaje en el que se hartó del medio parisino, demasiado superficial y lleno de formalidades sociales vacías que no le prestó a Mozart la atención que buscaba y consideraba merecer. Al final del viaje, regresó a Salzburgo a regañadientes pues la ciudad, sus estrechas demandas musicales y el príncipe de allí, lo limitaban en todo sentido. Este primer concierto para flauta está instrumentado para una orquesta compacta compuesta por dos secciones de violines, con violas, chelos y contrabajos, junto con pares de oboes y cornos. En el segundo movimiento, en cambio de los oboes actúan un par de flautas. La obra comienza con un movimiento de tiempo rápido, seguido de uno lento y termina en un nuevo movimiento rápido con fuerte marca rítmica debida a su asociación con la danza del minueto.
Luego de Lucio Silla, Mozart compuso la sinfonía K 183 que comienza con un movimiento de forma sonata, estructura que vuelve a utilizar en el cuarto movimiento. El segundo movimiento inicia con la exposición del tema seguida de su desarrollo y enseguida retorna el tema inicial. En la práctica, muchos intérpretes han considerado innecesario volver a presentar el tema inicial pero cada vez es más frecuente que los ejecutantes se atengan a esta instrucción, especialmente bajo la influencia de las agrupaciones que ejecutan la obra con prácticas informadas en los usos del tiempo de Mozart. En el tercer movimiento, el minueto es presentado con algunas repeticiones para permitir el juego entre cuerdas y vientos. En el trío, sección central del movimiento, sólo los vientos toman parte. Retorna luego el tema del minueto para la última sección del movimiento, pero esta vez sin las repeticiones del comienzo.
Orquesta Filarmónica Joven de Colombia
La OFJC se creó en 2010 por la Fundación Bolívar Davivienda en asocio con la Fundación Nacional Batuta y la Orquesta Joven de las Américas. Esta agrupación está integrada por más de cien músicos escogidos anualmente en un riguroso proceso de selección para participar en este proyecto becario que les ofrece oportunidades de afirmarse en su dedicación a la música sinfónica. La OFJC da a sus integrantes ocasiones para tocar con la guía de destacados directores de orquesta y siguiendo las instrucciones de intérpretes que les imparten una práctica con los patrones de las orquestas más exigentes del mundo. Los miembros de la OFJC adquieren así la experiencia necesaria para presentarse como candidatos a ocupar plazas estables en orquestas de elevado nivel. Desde 2014 la Orquesta cuenta con la dirección artística y musical de Andrés Orozco Estrada quien orienta las giras de enero y abril que tienen lugar en el Teatro Mayor, el Metropolitano de Medellín, el Amira de la Rosa de Barranquilla y el Centro de Convenciones de Cartagena, entre otros. Con el aporte de Adrián Chamorro como director y solista, la OFJC estudia el repertorio del barroco y el clasicismo con recursos artísticos propios de los siglos XVII y XVIII. La Orquesta ha actuado con la batuta de directores como Carlos Izcaray, Rinaldo Alessandrini, Alejandro Posada, Salvatore Accardo, Claudio Cruz y Matthew Hazelwood, quien fue su Director Artístico entre 2010 y 2012. También ha contado con solistas internacionales como los violinistas Vahid Khadem Missagh, Sarah Chang, Joshua Bell, el trompetista Hans Peter Schuh, el clarinetista José Franch Ballester y la chelista Ageet Zweistra, entre otros y los colombianos Santiago Cañón, chelo, Jorge Andrés Pinzón, oboe, Angélica Gámez y Luis Martin Niño, violín, Eduardo Rojas, piano, y el clarinetista Guillermo Alberto Marín, para mencionar algunos.
Adrián Chamorro, director (Colombia)
En su larga y sobresaliente trayectoria, el maestro Chamorro se ha desempeñado como violinista en agrupaciones como La Chapelle Royale, tocando al lado del Collegium Vocale de Gante y con la Orquesta de los Campos Elíseos dirigidas por Philippe Herreweghe. También con orquestas como Hesperion XX de Jordi Savall, el Concerto Italiano de Rinaldo Alessandrini y varias otras que diferencian entre instrumentos del barroco, el clasicismo y modernos, según los requerimientos artísticos e históricos de las piezas en su repertorio. Fue miembro fundador del Cuarteto Turner con el que grabó cuartetos de cuerdas de Beethoven. Con estas y otras agrupaciones, ha participado en un centenar de grabaciones para los sellos Harmonia Mundi, Virgin, Decca, Astrée y Opus 111, entre otros. A la par de su formación como violinista en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, asistió a los cursos de dirección de orquesta de Guennady Rozhdestvensky y más adelante profundizó su formación junto al finlandés Jorma Pánula. Este recorrido le ha sido de utilidad para su actual dedicación a la dirección de orquesta. Chamorro ha dirigido grupos como el Ricercar Consort, la Orquesta Internacional de Italia, las Filarmónicas de Salerno, el Valle y de Medellín, las Sinfónicas Nacional de Colombia, EAFIT, de Caldas y Joven de Colombia, al igual que las orquestas de las Universidades Nacional de Colombia y Javeriana. Desde 2004 es Director Titular de la orquesta Les Muses Galantes de París. Así mismo, es fundador y director de las Orquestas Clásica y de la Barroca de Colombia, con la que publicó la primera grabación hecha en el país de los conciertos para violín de Bach y de dos conciertos de L’Estro Armonico de Vivaldi.
Gabriel Ahumada, flauta (Colombia)
Se inició en la música con clases de piano y luego que escogió la flauta curso sus estudios en la Universidad Nacional de Colombia de 1982-85. Presentó en la Luis Ángel Arango su primer recital de flauta en 1985. En 1986 se trasladó a Viena y obtuvo diplomas Cum Laude en flauta y pedagogía de la Escuela de Altos Estudios Musicales. Luego siguió cursos magistrales con los flautistas Auréle Nicolet, Robert Aitken, Susan Milan y Peter L. Graf. El Ministerio de Educación austríaco le concedió una mención de honor por su desempeño en Viena. En 1993 consiguió el premio de la sociedad austríaca de flautistas y en 1995 obtuvo un premio internacional en el concurso Kuhlau en Alemania. De 1989-95 estuvo en giras con la agrupación Viena Flautists. Es uno de los fundadores del quinteto de vientos Miroirs. Ha sido solista invitado de las orquestas Filarmónica de Bogotá, Sinfónica Nacional de Colombia, Sinfónica de Ecuador, Wiener Kammerorchester, Sinfónica de Biel en Suiza y Filarmónica de Brno. En 1994 se radicó en Alemania y se desempeña como flauta principal de la Filarmónica del Sudoeste y desde 2004 es profesor en el Conservatorio de Feldkirch en Austria. En 2008 fundó junto con el flautista colombiano Hernando Leal, la Academia Internacional de Flauta que se desarrolla anualmente en Villa de Leyva con asistencia de destacados maestros internacionales y participantes de varios países. Actuó como solista invitado para el programa Ecos Sinfónicos de la Sinfónica Nacional de Colombia que propuso y dirigió Andrés Orozco Estrada con conciertos en el Pablo Tobón de Medellín y el Mayor de Bogotá. En 2014 presentó la obra Noa Noa de la compositora Kaia Saariaho para flauta y electrónica en vivo, como invitado para la Noche de la Ciencia de la Universidad de Konstanz en Alemania.
Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org