Concierto 44 – Fanny Clamagirand e Igor Tchetuev: sonatas para violín y piano Op. 30 No. 3 y Op. 24

Primera edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Beethoven, 27 al 30 de marzo de 2013

11 escenarios en 8 localidades de la ciudad
56 conciertos, 420 artistas y 37.940 asistentes

Concierto No. 44

Teatro Estudio
Sábado 30 de abril de 2013, 16:30

Fanny Clamagirand, violín, Francia

Igor Tchetuev, piano, Ucrania

Sonata para violín y piano n° 8 en sol mayor Opus 30 n° 3 (1801 – 1803)

I. Allegro assai

II. Tempo di Minuetto, ma molto moderato e grazioso

III. Allegro vivace

Las tres sonatas para violín y piano que conforman el opus 30 están dedicadas al zar Alejandro I de Rusia. En la carta de 1802 a sus hermanos, conocida como el Testamento de Heiligenstadt, Beethoven manifestó que sólo la dedicación al trabajo lo había sacado de la depresión en que cayó tras conocer que su sordera llegaría a ser definitiva. Las sontas del opus 30 ejemplifican lo que el difunto pianista, director y compositor Leonard Bernstein resaltaba como un rasgo de la personalidad de Beethoven, quien decía que, a pesar de la adversidad que acompañó al compositor, no hay en la música de Beethoven nada que indique depresión o ánimo de terminar con su vida, por el contrario, Bernstein destaca una energía vital manifiesta en su fuerza persistente. Esto, precisamente, sale a relucir en la presente sonata, y es uno de los numerosos ejemplos de música de Beethoven cargada de humor.

Entre ellos, está presente el uso del “Cohete de Mannheim”, recurso musical que nace en esta ciudad en la que hubo una importante orquesta, donde algunos compositores hicieron uso de una figura de notas breves, ascendentes y aceleradas que se alejan como un cohete. Otros rasgos de humor están en el sonido del violín, que en ocasiones parece fallar tendiendo casi a producir un chirrido o los temas que parecen hundirse o brotar de las profundidades. Todo, sin perder su característica calidez beethoveniana.

Sonata para violín y piano n° 5 en fa mayor Opus 24 Primavera (1800)

I. Allegro

II. Adagio molto espressivo

III. Scherzo. Allegro molto – Trio

IV. Rondo. Allegro ma non troppo

La sonata está dedicada al conde Moritz von Fries, quien recibiría también la dedicatoria de la Séptima Sinfonía. El conde pertenecía a una familia de banqueros que, entre otras actividades, acuñaba moneda para el Estado. Fries supo de Beethoven a través de sus amigos aristócratas vieneses, en una de cuyas mansiones oyó la música del compositor.

Esta es una de las tres sonatas para violín y piano, de un total de diez, que contiene cuatro movimientos y, junto con la Kreutzer, es la sonata que más frecuentemente se ejecuta.

El piano se fue volviendo cada vez más habitual en los salones de la aristocracia europea, mientras que el violín continuaba siendo el instrumento favorito para iniciarse en la música. Pero fue Beethoven quien impulsó y consolidó este género de música pues no era usual el formato en el que sonaban sólo estos instrumentos.

La Primavera logra un buen balance entre los instrumentos, ensayando entre iniciar la obra a cargo de uno, con el acompañamiento armónico asignado al otro, para cambiar de papel enseguida, pasando por la construcción de secciones en las que verdaderamente ambos instrumentos se necesitan para que la música sea completa. Esta sonata se inicia con un tema que se muestra pegajoso y fácil de recordar, hasta el comienzo del cuarto movimiento, que de veras queda grabado en la memoria sin esfuerzo, tal vez ayudado por el despliegue de buen humor en su música.

Fanny Clamagirand, violín (Francia)

Estudió violín con Larissa Kolos y a los 16 años ingresó al Conservatorio de París. Obtuvo su diploma de grado con Itzhak Rashkovsky en el Royal College of Music de Londres y luego estudió con Pavel Vernikov en el Conservatorio de Viena. Ganó los primeros premios en los concursos de Montecarlo 2007 y en el Fritz Kreisler de Viena 2005.

Toca con importantes orquestas como el Ensemble Orchestral de París, la Orquesta Filarmónica de Radio Francia, la Orquesta Filarmónica de Montecarlo y la Orquesta Filarmónica de Jerusalén. En 2007, su primer CD con seis sonatas para violín solo de Ysaÿe obtuvo grandes comentarios de la crítica. El CD con los tres conciertos para violín de Saint-Saëns junto a la Sinfonía Finlandia dirigida por Patrick Gallois recibió en 2011 el “Choc du Disque” de la revista francesa Claasica. Ese mismo año grabó las obras completas para violín y piano de Saint-Saëns para Naxos.

Igor Tchetuev, piano (Ucrania)

A los 14 años ganó el Gran Premio del Concurso Internacional Vladimir Krainev para jóvenes pianistas de Ucrania y en 1998 consiguió el primer premio del noveno concurso internacional de piano Arthur Rubinstein, en el que también fue escogido como el favorito del público. De 2009 a 2011 fue el intérprete invitado de la Orquesta Nacional de Francia en el Théâtre des Champs Elysées, en donde actuó con el director Neeme Järvi. Se ha presentado junto a importantes orquestas como las filarmónicas de Luxemburgo y Londres, y con la Orquesta Sinfónica Estatal de Moscú.

Anualmente Tchetuev se presenta en festivales de Europa que incluyen el de La Roque d’Anthéron, donde dio un recital con los 24 estudios de Chopin.