Concierto 43 – Andrei Korobeinikov: Sonatas para piano Op. 2 No. 1 y Op. 111

 

 

 

Primera edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Beethoven, 27 al 30 de marzo de 2013

 

11 escenarios en 8 localidades de la ciudad
56 conciertos, 420 artistas y 37.940 asistentes

 

Concierto No. 43

Teatro Estudio
Sábado 30 de abril de 2013, 14:30

 

Andrei Korobeinikov, piano, Rusia

 

Sonata para piano n° 1 en fa menor Opus 2 n° 1 (1793 – 1795)

I. Allegro

II. Adagio

III. Menuetto. Allegretto

IV. Prestissimo

 

Beethoven tenía 22 años cuando llegó a Viena con un buen nombre como improvisador al piano y estupendas recomendaciones para entrar en relación con la aristocracia de la ciudad imperial, además de ir recomendado con Joseph Haydn, para tomar lecciones. Las clases con el maestro no fueron muchas, pero dejaron huella en Beethoven, quien continuó aprendiendo de él, gracias a la música impresa que circulaba y a las frecuentes ocasiones que había para oírla.

El opus 2 está integrado por tres sonatas que, dedicadas a Haydn sin la pomposidad habitual en la época, incomodaron al maestro y pusieron de presente que el discípulo no era dado a hacerle reverencias.

Beethoven tenía entre 22 y 23 años cuando escribió esta, su primera sonata para piano en fa menor, una tonalidad de notable exigencia para la ejecución doméstica. También hace suponer que la partitura fue una forma de dejar por escrito una música que Beethoven interpretaba con gran lucimiento, haciendo despliegue de sus dotes de improvisador.

Por lo general, los movimientos en una sonata cambian de tonalidad para conseguir variedad. En esta sonata todos los movimientos están en la misma tonalidad, sin embargo Beethoven consigue gran variedad valiéndose del contraste de dinámicas, tiempos, ritmos y sobre todo de expresividad.

En el primer movimiento expone el primer tema en la dinámica de piano, a bajo volumen, y le siguen dos temas más, que luego elabora en la sección del desarrollo. Al reexponer el tema, lo hace con la dinámica de forte. El segundo movimiento es bastante lento y deliberadamente convencional en cuanto a su estructura, lo que se contrapone a los otros tres, que rompen las convenciones de la época. En el tercer movimiento la música tiene un carácter misterioso y contrasta con el cuarto movimiento, que es un móvil perpetuo de tipo explosivo, con elementos en constante choque, matizados por una conmovedora sección lírica.

 

Sonata para piano n° 32 en do menor Opus 111 (1821 – 1822)

I. Maestoso – Allegro con brio ed appassionato

II. Arietta: Adagio molto semplice cantabile

 

Esta, la última de las sonatas para piano de Beethoven, apareció publicada en 1823 en París, Berlín y Viena, dedicada al archiduque Rodolfo, su más constante y duradero apoyo financiero al igual que su alumno de composición y piano por más años. La edición de Londres de esta sonata, está dedicada a Antonie Brentano, a quien un reconocido biógrafo de Beethoven identificó como la misteriosa amada inmortal a la que el compositor dirigió una carta encontrada entre sus papeles póstumos.

Beethoven escribió otras obras en la misma tonalidad de do menor como su sonata Patética, la sonata para violín y piano opus 30 no. 2, el Tercer Concierto para piano, la Quinta Sinfonía y su obertura Coriolano. De hecho, la apertura del primer movimiento, que posee una expresión de profunda gravedad, tiene un ritmo que guarda similitud con la Patética. El movimiento inicial tiene una verdadera introducción escrita con un material que no se vuelve a escuchar más adelante. Es notable la manera en que Beethoven consiguió elaborar una tensión que sostiene y va en aumento hasta cuando entra el alegro y la descarga. Esta es la única de sus últimas sonatas, en la que repite completa la exposición antes de dar paso al desarrollo. Más adelante aparecen pasajes con elementos de la fuga. El segundo y último movimiento se inicia con una música que recuerda las arias pequeñas en la ópera, con un carácter muy cantable y simple. Presenta un tema y tres variaciones, y entra luego una música nueva y poética que apunta, con mucha anticipación, a ciertas obras de Liszt.

 

Andrei Korobeinikov, piano (Rusia)

Se graduó con honores del Conservatorio de Moscú, luego obtuvo una beca para proseguir estudios en el Royal College of Music de Londres y a los 17 años ya se había graduado en leyes por la Universidad Europea de Moscú. También compone y sus obras se interpretan con frecuencia.

Debutó en Francia en 2006 en el festival de La Roque d’Anthéron y prosiguió en la Folle Journée de Nantes, Tokyo y Río. Al siguiente año tocó el Segundo concierto para piano de Rachmaninov en Londres bajo la dirección de Vladimir Ashkenazy. Sus presentaciones lo han llevado a escenarios del mayor relieve en Europa y Japón. Toca música de cámara con intérpretes de la talla de Boris Berezovski, Alexander Kniazev, Dmitri Makhtin y Henri Demarquette, entre otros.

En 2009 se trasmitió en vivo su participación en el festival de piano de La Roque d’Anthéron y luego ejecutó el concierto para piano de Shostakovich con la Sinfonía Varsovia dirigida por Maxim Shostakovich. Ha obtenido más de 20 premios nacionales e internacionales y tocado en más de 20 países.

En 2008 grabó para Mirare en Francia un CD con obras de Scriabin que le valió varios premios Diapason y un Choc de Le Monde de la Musique. En 2009 grabó una selección de sonatas y bagatelas para piano de Beethoven. 2010 fue un año de gran actividad con orquestas y en escenarios principales en Francia.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org