Concierto 35 – Cuarteto Auryn y Paul Meyer: K 424 y K 581

Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015

15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes

Concierto No. 35

Teatro Estudio

Viernes 3 de abril de 2015, 16:00

Cuarteto Auryn, Alemania

Invitado: Paul Meyer, clarinete, Francia

Dúo No. 2 para violín y viola en Si bemol Mayor, K 424 (1783)

I. Adagio

II. Andante cantabile

III. Andante grazioso

Quinteto con clarinete en La mayor, K 581 (1789)

I. Allegro

II. Larghetto

III. Menuetto – Trio I – Trio II

IV. Allegretto con Variazioni

El célebre compositor Joseph Haydn tuvo un hermano menor, Michael (1737 – 1806, 69 años), con quien Mozart tuvo una amistad estrecha. Este destacado compositor de música religiosa compuso una cantidad importante de obras sacras como parte de su trabajo regular para la corte de Salzburgo en la que también trabajó Mozart. El mayor de los hermanos Haydn manifestó mucho respeto por la calidad de la música religiosa de su hermano menor y la estimó como superior a sus propias obras en el género. No obstante, la madre y la hermana de Mozart sentían desagrado por la esposa de Michael Haydn y a pesar de esto, ella estreno papeles en un par de obras de teatro en música de Mozart. Leopold, el padre de Mozart, rechazaba el gusto supuestamente excesivo por la bebida de Michael. Sería cierto que el Kapellmeister de Salzburgo se excedía o se trataría de un comentario nacido de sentimientos de envidia de los que Leopold dio muestras en otras oportunidades. Aquí importa recordar que la música de Michael Haydn influyó directamente ciertas composiciones de Mozart como el Te Deum K 141, el final del cuarteto No. 14, K 387, el primero de los seis que Mozart le dedicó a Joseph Haydn y la sinfonía no. 41, K 551. De hecho, en el actual catálogo de sinfonía de Mozart no existe la No. 37 que se le había atribuido erróneamente y que en realidad es de Michael Haydn. Pero esta fue una relación de doble vía pues cuando Mozart fue a presentar a su esposa Constanze Weber a su padre y hermana en Salzburgo en 1783, se encontró a Michael Haydn enfermo e incapacitado para terminar un grupo de seis dúos para violín y viola que debía proporcionarle al príncipe de Salzburgo, el arzobispo Colloredo de quien Mozart había logrado separarse con harto trabajo y tras muchos sinsabores. Michael estaba postrado en cama y soportaba la amenaza de quedarse sin sueldo si no satisfacía el encargo. Quiso el azar que Mozart se enterara del percance y que, según narraciones que se han puesto en duda, en apenas dos días Mozart compuso el par de dúos faltante que entregó a Michael en copias en limpio listas para ejecutar dentro del plazo. Todo tiene un bonito aire de leyenda en el que Mozart, cuyo nombre no apareció a los ojos de Colloredo, saboreó una buena venganza. Esta es una obra de gran riqueza musical en la que la viola no aparece como la segundona del violín. Cabe recordar que en estos años ese era el instrumento predilecto de Mozart. El uso del contrapunto y un estilo fugado elocuente y erudito están presentes todo el tiempo. Y vale preguntarse si los repetidos intentos inacabados por plantear una fuga, seguidos de breves pasajes de sonido francamente gracioso podrán ser, en efecto, los recursos con los que Mozart se burló de su antiguo y detestado amo.

La Tonkünstlersoziät, Sociedad de Músicos, era una agrupación existente en Viena desde 1772 con el propósito de reunir fondos con los que se pudiera pagar pensiones de retiro a los músicos y sus viudas. Para ello era necesario hacerse miembro de la Sociedad y no encontrarse al servicio de la corte, pues ella debía suministrar la pensión a los músicos que le sevían por lo menos durante diez años. Mozart aportó composiciones suyas bastante famosas para los conciertos de captación de fondos que la sociedad presentaba dos veces al año y sin embargo nunca completó los requisitos para conseguir la afiliación a la Sociedad. Precisamente el Quinteto K 581 se estrenó en la navidad de 1789 por el clarinetista favorito de Mozart, Anton Stadler, destinatario igualmente de obras tan importantes en el repertorio del instrumento y sobresalientes en el catálogo de Mozart, como el concierto para clarinete y orquesta o el Trío Kegelstatt, K 498 que el compositor estrenó en la viola al lado de Franziska Jacquin en el piano y de Anton Stadler en la viola. El presente quinteto encaja totalmente entre las obras de cámara tanto por su formato reducido y su sonido íntimo como por lo bien logradas que se encuentran cada una de las partes instrumentales, concebidas para su conformación en quinteto e incapaces de funcionar correctamente por sustitución de instrumentos o por multiplicación para llegar al género del divertimento o de la sinfonía. Esta práctica, que Mozart aprovechó cuando tuvo las ocasiones de hacerlo, la desechó en el quinteto de clarinete para componer una obra que desde el comienzo plantea la igualdad de todos los instrumentos. Las cuerdas no están al servicio del clarinete, como queda patente desde el inicio, pues el tema principal lo inician las cuerdas y lo continúa el clarinete. No se trata de una introducción puesto que lo que se expone de inmediato es el material con el que se construye el motivo rítmico estructurante de la forma en el movimiento. El segundo movimiento también es forma sonata y el tercero es un minueto con dos tríos, el segundo de los cuales le confiere un papel solista al clarinete. El cuarto y último movimiento es un tema seguido de cinco variaciones y una coda que es casi una sexta variación

Cuarteto Auryn (Alemania)

Desde su creación el Auryn está conformado por Matthias Lingenfelder quien toca el violín Stradivarius de 1722 anteriormente conocido como Joachim, Jens Oppermann quien utiliza un violín de Pietro Guarneri, Stewart Eaton quien ejecuta una viola datada 1616 procedente del taller de los hermanos Amati y Andreas Arndt quien usa un chelo construido por Niccoló Amati. Los mentores del Auryn fueron los cuartetos Amadeus y Guarneri con quienes los músicos estudiaron entre 1982 – 1987 en Alemania y los EEUU. De igual manera, el director Claudio Abbado ejerció una importante influencia en el desarrollo del Auryn mientras sus integrantes tocaban en la Orquesta Juvenil de la Unión Europea, en donde se desempeñaban como jefes de grupo de sus instrumentos. El Cuarteto ganó sus primeros premios en 1982 en el Concurso Internacional de Londres y en el ARD de Munich; también obtuvo el primer premio en el Concurso de la Radiodifusión Europea en Bratislava en 1989. A partir de ese momento el Cuarteto comenzó a recibir invitaciones para participar en los más destacados festivales europeos. En giras recientes han tocado en el Lincoln Center de Nueva York, Concertgebouw de Ámsterdam y Wigmore Hall de Londres donde hicieron el ciclo completo de los cuartetos de Beethoven. Además, el Cuarteto desarrolla su propio festival de música de cámara en el poblado de Este de la región italiana del Véneto y actúa como director musical de festival de Mondsee. En su discografía exclusiva con el sello Tacet se encuentra la edición completa de los sesenta y ocho cuartetos de Haydn y los treinta y dos cuartetos de Beethoven. A esto agregan los cuartetos completos de Brahms en DVD audio, los de Britten, Bartok y los contemporáneos Denhoff, Bialas, Herborn y Lombardi.

Paul Meyer, clarinete (Francia)

La carrera musical de Paul Meyer se encuentra cada vez más diversificada pero, curiosamente, más especializada. A los 13 años de edad dio su primer concierto con la Sinfónica del Rin y debutó como solista a los 17 años. En 1983 fue designado clarinete principal de la Orquesta de la Ópera de Lyon, en 1984 del Ensemble Intercontemporain y en 1985 de la Orquesta de la Ópera de París. Además de ser el más destacado clarinetista de Francia y de encontrarse entre los más reconocidos del mundo, colabora activamente en el desarrollo de mejoras técnicas para su instrumento al lado de destacados fabricantes. El amor por su instrumento lo lleva a proponer a compositores de nacionalidades y estilos muy variados que escriban obras nuevas para el instrumento, muchas de ellas dedicadas a Meyer y estrenadas por el. Otro de sus intereses crecientes es la dirección orquestal, labor que lo ha llevado a ser el director asistente del coreano Myung-whun Chung. Dirige en conciertos y grabaciones con orquestas de Corea y Japón y es invitado a dirigir con muchas agrupaciones europeas y norteamericanas en temporadas de conciertos muy apretadas. Ha grabado cerca de cuarenta CDs en los que se encuentran obras de Mozart, Spohr, Piazzolla, Copland, Busoni, Krommer, Pleyel, Brahms, Messian, Poulenc, Penderecki, Jarrell, Chen, Berio, Escaich y  Dusapin, entre otros compositores. La calidez y dulzura vibrante de su toque lo hacen partícipe de agrupaciones como el Jerusalem String Quartet, el flautista Jean-Pierre Rampal, la pianista Maria-Joao Pires y su compañero habitual Éric Le Sage, entre otros. Sus grabaciones han recibidos las más elevadas distinciones como las del Fono-Forum, Diapason d’Or, Choc du Monde de la Musique, Gramophone y Grammy, además de varios otros.