Concierto 31 – Xavier Phillips e Igor Tchetuev: sonatas para chelo y piano Op. 5 No. 2 y Op. 69

 

 

 

Primera edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Beethoven, 27 al 30 de marzo de 2013

 

11 escenarios en 8 localidades de la ciudad
56 conciertos, 420 artistas y 37.940 asistentes

 

Concierto No. 31

Teatro Estudio
Viernes 29 de abril de 2013, 19:30

 

Xavier Phillips, chelo, Francia
Igor Tchetuev, piano, Ucrania

 

Sonata para chelo y piano n° 2 en sol menor Opus 5 no. 2 (1796)

I. Adagio sostenuto ed espressivo – Allegro molto più tosto presto

II. Rondo. Allegro

Era normal que Beethoven trabajara en sus obras durante períodos bastante largos y menos frecuente era que concibiera, escribiera, ejecutara y publicara piezas en el término de unos pocos meses. Este último es el caso de sus dos sonatas para chelo y piano del opus 5 que el compositor dedicó al rey Federico Guillermo II de Prusia. Otros autores de esa época fueron viajeros habituales. Mozart viajó desde muy pequeño en su carrera como joven prodigio y más adelante como músico excepcional y como compositor. Haydn fue un poco menos itinerante, aunque cabe recordar que al poco tiempo de que Beethoven llegara a Viena para tomar lecciones con el viejo maestro en 1792, Haydn partió a Londres por motivos del oficio. 1796 fue uno de los años en que Beethoven más viajó. En este año el compositor partió de Viena a Praga, luego a Dresde y a Berlín, donde conoció al chelista del rey. La ocasión requirió que Beethoven escribiera un par de sonatas para chelo y piano y que él tocara el piano para el monarca.

Para entonces era una verdadera rareza escribir música para ese par de instrumentos. Parte de la gran dificultad de la composición, reposa en que los registros graves del piano y los del chelo producen un sonido tan cercano que resulta muy difícil caracterizarlos. De ahí que sean pocos los compositores que se han atrevido a trabajar con estos dos instrumentos. Tanto es así, que el siguiente compositor de gran renombre en medirse a escribir sonatas para este par de instrumentos fue Brahms, casi un siglo después de las presentes piezas. En cada una de las cinco sonatas para chelo de Beethoven hay pasajes en los que el instrumento se concentra en los registros más agudos, que es donde resaltan con claridad las diferencias del sonido con el del piano. Esta sonata número 2, tiene un primer movimiento dividido en dos grandes partes. Aunque ambas son muy retóricas, la primera es grave y sombría, mientras la segunda mantiene su seriedad a pesar de ser alegre y rápida. El segundo movimiento es más vivaz y ligero.

 

Sonata para chelo y piano n° 3 en la mayor Opus 69 (1808)

I. Allegro, ma non tanto

II. Scherzo

III. Adagio cantabile – Allegro vivace

Esta sonata es, quizás, la favorita entre las de chelo y piano de Beethoven. Desde el inicio, ambos instrumentos colaboran como pares de igual importancia en la elaboración conjunta del tema principal. El chelo es el que comienza, pero le sigue el piano para acabar de esbozar la idea y continúan alternándose para alcanzar el balance entre ambos. Gracias a la forma bien lograda de repartir responsabilidades entre los instrumentos yendo más allá del equilibrio para entrar en el terreno de la expresividad dramática característica de la forma sonata de su tiempo, con esta obra es posible atribuir a Beethoven la consolidación del género de la sonata para chelo y piano.

Con frecuencia los movimientos se sucedían, según su velocidad y carácter, alternados entre rápido-lento-rápido, pero en esta sonata el contraste de tiempos es menos importante que la riqueza del material temático que se desarrolla en movimientos bastante veloces, aunque claramente distintos. De hecho, el adagio con el que inicia el último movimiento brinda un respiro que da nuevas fuerzas para hacer el resto del movimiento con su gran demanda de energía.

 

 

Xavier Phillips, chelo (Francia)

Comenzó a estudiar violonchelo a los 6 años. A los quince inició lecciones con Philippe Muller perteneciente al CNSM de París y se graduó en 1989como primero de su promoción. Tras su debut con la Orquesta de París, en septiembre de 2001, Mstislav Rostropovitch lo invitó a tocar la Sinfonía Concertante de Prokofiev bajo su dirección con la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington y la Filarmónica de Nueva York.

Además de solista Phillips es profesor. Durante años ha sido el asistente de Roland Pidoux en el CNSM de París y ha dado numerosos talleres y clases magistrales. Phillips toca música de cámara al lado de artistas como Schlomo Mintz, Jean-Marc Phillips-Varjabédian, Régis Pasquier, David Grimal, Emmanuel Strosser, Vahan Mardirossian, Igor Tchetuev, Vanessa Wagner y Romain Guyot.

 

 

Igor Tchetuev, piano (Ucrania)

A los 14 años ganó el Gran Premio del Concurso Internacional Vladimir Krainev para jóvenes pianistas de Ucrania y en 1998 consiguió el primer premio del noveno concurso internacional de piano Arthur Rubinstein, en el que también fue escogido como el favorito del público. De 2009 a 2011 fue el intérprete invitado de la Orquesta Nacional de Francia en el Théâtre des Champs Elysées, en donde actuó con el director Neeme Järvi. Se ha presentado junto a importantes orquestas como las filarmónicas de Luxemburgo y Londres y con la Orquesta Sinfónica Estatal de Moscú.

Anualmente Tchetuev se presenta en festivales de Europa que incluyen el de La Roque d’Anthéron, donde dio un recital con los 24 estudios de Chopin.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org