Concierto 31 – Wiener Brahms Trio: tríos para violín, chelo y piano K 502 y K 548

 

 

 

Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015

 

15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes

 

Concierto No. 31

Teatro Estudio

Viernes 3 de abril de 2015, 13:30

 

Wiener Brahms Trio, Austria

 

Trío para violín, chelo y piano en Si bemol mayor, K 502 (1786)

I. Allegro

II. Larghetto

III. Allegretto

 

Trío para violín, chelo y piano en Do mayor, K 548 (1788)

I. Allegro

II, Andante cantabile

III. Allegro

 

Mozart abordó de lleno la composición de tríos para violín, chelo y piano apenas en 1786 cuando ya contaba 30 años. En ese momento la situación económica de los aristócratas vieneses pasaba por un revés debido a la guerra contra los turcos. El dinero destinado al teatro musical escaseó al igual que el público. Diversas circunstancias accidentales, tanto como los compositores favoritos de la ciudad, confabularon para que Mozart tuviera un traspiés como compositor de ópera. Sus conciertos públicos en largas veladas de cuatro y más horas tampoco contaron con suficiente público. La ciudad y el Imperio estaban en crisis en medio de la guerra. Esto parece haber impulsado a Mozart a explorar el nuevo medio del trío en el que el pianoforte es el instrumento principal reforzado, en sus aún débiles sonidos graves y escasas fuerzas para sostener notas, con la presencia del chelo y acompañado del violín en el otro papel de solista con apariencia cantante. Los tríos de Mozart guardan gran relación con sus conciertos para piano de donde derivan, especialmente para el teclado, mucha de su sonoridad, aunque con importantes diferencias que denotan la habilidad del compositor. Mozart exploró este género teniendo en cuenta que si las composiciones no lucían las grandes destrezas del compositor era porque estaban destinadas a que los ejecutantes, pianista en primer término y luego el violinista, pudieran sobresalir por sus dotes. Las obras buscaron un mercado de compradores de música que fueran muy diestros pianistas, o más exactamente, mujeres que tocaban muy bien el piano y que las había en número creciente. Como los eventos públicos, es decir, los conciertos y la ópera, eran esquivos, entonces Mozart compuso obras de cámara con un pequeño formato instrumental, estructuradas en torno a tres movimientos sin minuetos, formadas por una sonata sin muchos vericuetos temáticos y con desarrollos directos de tiempo alegre, seguidas de un par de rondoes, el primero lento y breve, el segundo, más veloz. Mozart dotó a sus tríos de un balance aceptable entre el piano, que con sus dos manos se expresa en voces suficientemente distantes y caracterizadas, junto con un violín relativamente independiente que canta en su voz aguda. El chelo, en cambio, es más dependiente del piano y duplica muchas de sus notas, especialmente en el registro grave que los instrumentos de la época de Mozart emitían sin la potencia que adquirieron apenas dos decenios luego de muerto el compositor. Mozart sentó las bases de un nuevo género de cámara mediante una propuesta que exploró y sacó provecho de todas las mejores características técnicas de los instrumentos de sus días, al tiempo que satisfizo una demanda para música doméstica a manos de aficionadas exigentes y bien calificadas.

 

Wiener Brahms Trio (Austria)

Conformado por la pianista Jasminka Stancul, el violinista Boris Kuschnir y el chelista Orfeo Mandozzi, este trío tuvo un magnífico debut el verano de 1993 en el Festival de Música de Cámara que organiza Gidon Kremer en Lockenhaus, tras el cual recibieron invitaciones a la Philharmonie de Colonia y al Wigmore Hall de Londres. Desde entonces, el Wiener Brahms Trio ha tocado con gran éxito en España, Suiza, Rusia, Inglaterra, Francia, Escandinavia y Eslovaquia. También ha participado en Festivales como el de Primavera de Bregenz y el de Meklenburgo-Antepomerania, así como en las “Noches Blancas” de San Petersburgo. Tras una aclamada velada en la Brucknerhaus de Linz, los miembros del Wiener Brahms Trio interpretaron junto con Yuri Bashmet y Julian Rachlin el quinteto de Robert Schumann en la Konzerthaus de Viena ante un público entusiasta. También colaboran habitualmente con el Trío, Nikolai Znaider y Gérard Caussé. En calidad de conjunto solista esta agrupación ha interpretado  varios triples conciertos: con la Orquesta de Cámara de Viena dirigida por Charles Ansbacher, tocaron el Triple Concierto de Beethoven en la Konzerthaus vienesa y en el Festival de Primavera de Bregenz, bajo la dirección de Philippe Entremont, y de nuevo, con gran éxito, con la Orquesta Nacional Irlandesa en el National Concert Hall de Dublín, dirigidos por Gerhard Markson. En Luxemburgo, el Trío interpretó el Triple Concierto de Bohuslav Martinú, con los Solistes Européens dirigidos por Jack Händler. Boris Kuschnir utiliza el violín Stadivarius La Rouse-Cremont datado en Cremona en 1698. Se trata de un préstamo del Banco Nacional de Austria desde 1991, en reconocimiento a su elevado desempeño artístico y los servicios prestados a la música. El chelo que toca Orfeo Mandozzi fue construido en Cremona por Francesco Ruggeri en 1675.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org