Concierto 27 – Stefan Vladar: sonatas para piano K 283/189h, K 310/300d y K 330/300h

 

 

 

Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015

 

15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes

 

Concierto No. 27

Teatro Colón

Viernes 3 de abril de 2015, 15:00

 

Stefan Vladar, piano, Austria

 

Sonata para piano Nos. 5 en Sol mayor, K 283/189h (1774)

I. Allegro

II. Andante

III. Presto

 

Sonata para piano No. 8 en La menor, K 310/300d (1778)

I. Allegro maestoso

II. Andante cantabile con espressione

III. Presto

 

Sonata para piano No. 10 en Do mayor, K 330/300h (1783)

I. Allegro moderato

II. Andante cantabile

III. Allegretto

 

El primer movimiento de la sonata K 283 presenta la estructura de la forma sonata de manera clara, de suerte que sus temas principal y secundario, el desarrollo de estos temas y su recapitulación resulten diáfanos. El tema de apertura está propuesto como pregunta y respuesta por la forma de alternar frases musicales. El desarrollo de los dos temas infringió varias de las expectativas de su momento. El segundo movimiento, en cambio, satisfizo lo que en la época esperaban del movimiento intermedio, el más lento de la sonata. Y si los primeros dos movimientos tienen un toque de refinación y delicadeza en la concepción formal y en las variadas sugerencias melódicas, el tercer movimiento es de una alegría más básica, con lo que el contraste entre las partes de la obra apunta hacia la diversidad y el disfrute.

Mozart llegó a París con su madre, Anna Maria Pertl, al inicio de la primavera de 1778. Cuando comenzó el verano, unas fiebres y problemas intestinales terminaron con su vida. La madre de Mozart murió lejos de su hija, de su marido, de su ciudad y de sus conocidos. Durante las dos semanas de agonía, Mozart prácticamente no se desprendió de ella y luego le correspondió escribir a casa contando la terrible noticia. En esos momentos de dolor, Mozart escribió una de sus escasas piezas en tonalidad menor, con su identidad triste y sombría. El primer movimiento es un alegro que Mozart llama majestuoso, posiblemente frente a lo imponente, a lo inmodificable de sus circunstancias. El segundo movimiento contiene una triple calificación hacia lo introspectivo pues además de ser un andante, ya identificado con esas emociones, es de tipo cantable que evoca lo que podría decirse con la voz y aún más, quiso su autor que se lo interprete con expresión. La mayor rapidez del tercer movimiento ocurre dentro del marco de unidad emocional precedente que le otorga un extraordinario balance, concentración y fuerza a esta sonata.

La siguiente oportunidad en que Mozart abordó una sonata para piano, fue con la K 330 en la luminosa, aireada, clara, elocuente y positiva tonalidad de Do mayor. El primer movimiento sugiere, en las notas cortas que se suceden rápidamente en la apertura, una ligereza que dispone inmediatamente al buen ánimo que no decae a pesar de las modificaciones de tiempo que vienen enseguida. Mozart dejó marcas de dinámica en esta pieza para que sus interpretes pudieran elevar o reducir el volumen sonoro con el contraste correcto en el punto adecuado, una indicación infrecuente en las publicaciones de Mozart. El segundo movimiento ofrece reposo en el andante cantable con el que logra construir un eje tranquilo sobre el que balancea magistralmente la obra. El tercer movimiento es de una alegría exuberante, desbordante, expansiva. Se podría decir que no sólo el movimiento final, sino toda la sonata, provienen de una persona feliz.

 

Stefan Vladar, piano (Austria)

Tomó sus primeras lecciones de piano a los 6 años de edad y consiguió la solidez necesaria para ingresar en 1973 a la Academia de Música de Viena. En 1985 ganó el concurso Internacional Beethoven de Viena convirtiéndose en el participante más joven en obtenerlo. En 1991 grabó la Sonata para piano No. 1 de Brahms y las Cuatro Baladas. En ese momento ya había iniciado la grabación de los conciertos para piano de Beethoven que principió con Naxos. En 1999 comenzó a enseñar en la Universidad de la Música y las Artes Escénicas de Viena. Sin abandonar su actividad como pianista, dirigió la Gran Orquesta Reconstrucción Graz de 2002 a 2006. Le siguieron tareas similares en la Filarmónica de Stuttgart y la Orquesta de Cámara de Viena que lo nombró su Director Principal y Artístico en 2008. En su repertorio pianístico se encuentran obras de compositores de habla alemana al lado de piezas de Dvorák, Bartok, Prokofiev, Stravinsky y Gershwin. Sus grabaciones han aparecido con los sellos Harmonia Mundi, Camerata y Koch Classics. Ha sido solista al lado de directores como Claudio Abbado, Riccardo Chailly, Christoph von Dohnanyi, Vladimir Fedoseyev, Daniel Harding, Christopher Hogwood, Louis Langrée, Neville Marriner, Yehudi Menuhin, Seiji Ozawa, Horst Stein, Christian Thielemann y Sándor Végh, entre otros. Esto lo ha colocado frente a conjuntos entre los que se puede nombrar a las Orquestas Estatales Bávaras, la del Concertgebouw de Ámsterdam, Filarmónica de Rotterdam, de Cámara de Europa, Sinfónica de Chicago, NHK de Tokio y Filarmónica de Viena. Entre los músicos con los que ha hecho presentaciones de cámara se encuentran los chelistas Clemens Hagen y Heinrich Schiff, los violinistas Janine Jansen y Julian Rachlin, el Cuarteto Artis y el de Jerusalén, lo mismo que el Ensemble WienBerlin. Ha acompañado en recitales a los cantantes Bo Skovhus, barítono y a la mezzosoprano Angelika Kirchschlager.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org