Concierto 24 – Wiener Kammerorchester, Stefan Vladar y Isabelle van Keulen: K 620, K 216 y K 543
Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015
15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes
Concierto No. 24
Teatro Mayor
Viernes 3 de abril de 2015, 10:00
Wiener Kammerorchester, Austria
Director: Stefan Vladar, Austria
Solista: Isabelle van Keulen, violín, Holanda
Obertura de la ópera La Flauta Mágica, K 620 (1791)
Concierto para violín No. 3 en Sol mayor, K 216 (1775)
I. Allegro
II. Adagio
III. Rondó: Allegro
Sinfonía No. 39 en Mi bemol mayor K 543 (1788)
I. Adagio; Allegro
II. Andante con moto
III. Menuetto e Trio
IV. Allegro
A los 11 años de edad, Mozart escribió su primera obra dramática en alemán. Dentro de las variadas y complejas denominaciones de la época, corresponde a un drama sacro sin acción escénica. Pero al año siguiente, compuso Bastián y Bastiana, una obra de teatro en música con un parco contenido escénico con el que el compositor comenzó en forma a darle contenido a su aspiración de componer ópera en alemán. Esta aspiración suya, muy personal, se inscribe en una tendencia nacional que incluye las concepciones dispares al respecto en escritores como Goethe y Schiller, inscritas igualmente en una vertiente alemana del romanticismo que apenas despegaba alrededor de 1760 conocida con el nombre alemán de Sturm und Drang o Tormenta e Ímpetu. La búsqueda de un teatro alemán separado de los moldes del teatro clásico se preocupaba por tratar temas más realistas en el sentido de sacudir al auditorio con pasiones y acciones escénicas que despertaran los sentidos aletargados y los prepararan a una mejor percepción sensible del mundo, presta a transformarlo. Siguiendo esta tendencia, la corona imperial austriaca apoyo el teatro y la ópera en alemán a pesar de que el gusto de la corte se inclinaba hacia la ópera italiana. La iniciativa duró poco y terminó bajo la necesidad de suprimir gastos directos en momentos en que el imperio soportaba dificultades financieras por la guerra. Mozart se adaptó y compuso óperas en italiano, sin abandonar el teatro en música en alemán. De allí surgió en 1782 su ópera El Rapto en el Serrallo que no tuvo la debida resonancia en Viena pero en cambio si la logró en Praga, una de las capitales provinciales del imperio. Finalmente, en su año final, Mozart terminó y estrenó con impresionante éxito su más importante ópera, La Flauta Mágica, escrita en alemán y llena de contenidos identificables con la hermandad masónica a la que pertenecía el compositor. La obra se estrenó en 1791 en Viena fuera de los teatros frecuentados por la corte. El público burgués disfrutó La Flauta Mágica desde entonces y la obra se repuso incesantemente por todas partes sin descanso, tanto así que cuando al general Santander le fue aplicada la pena de destierro a cambio de la de muerte tras su supuesta participación en el atentado a Bolívar en 1828, partió a Europa y en su diario anotó cada vez que asistió a la ópera o a un concierto. Allí se cuentan las numerosas ocasiones y las múltiples ciudades en las que pudo escuchar La Flauta Mágica.
Los cinco conciertos para violín de Mozart provienen de una sola temporada. Los compuso uno tras otro en Salzburgo y los estudiosos suponen que el compositor los concibió para el primer violín de la corte de esa ciudad, Antonio Brunetti, un instrumentista diestro, pero con limitaciones que eran bien conocidas para Mozart. Por esos años, el compositor cada vez tocaba menos el violín, al punto que su padre lo reprendió por no llevar el instrumento en sus viajes mientras reiteraba, como maestro del instrumento que era Leopold, que Mozart tenía el más bello sonido y que era el mejor violinista de Europa. Resaltan los analistas que entre cada uno de los conciertos para violín se evidencia un dominio del medio del concierto y de la técnica de composición para el violín como instrumento solista como solo le resulta posible a otros compositores a lo largo de decenios. Mozart, en cambio, avanzó en cuestión de semanas. Destacan los estudiosos la riqueza melódica que se sucede como acumulación de melodías que se suceden como material nuevo sin prestar atención a la estructuración formal de la obra. La concepción de este concierto K 216 es elegante y facilita una ejecución igualmente elegante. La orquesta da muestras de la que llegaría a ser la música de madurez de Mozart y se presenta con brillo y suavidad. Los temas musicales y el carácter de la obra recibieron gran influencia de su ópera Il Re Pastore estrenada en Salzburgo en abril de 1775 y los conocedores admiten que la ópera se benefició, igualmente, de esta nueva concepción de concierto que ya estaba presente en Mozart.
De las sinfonías finales de Mozart, numeradas 38, 39, 40 y 41 se ha supuesto que el compositor no alcanzó a escucharlas en vida y, más recientemente, que posiblemente si, aunque esto puede haber ocurrido en un evento privado y que el renombre de las obras a partir de su estreno como piezas de concierto habría ocurrido igualmente en vida de Mozart, de no ser porque la vida social en Viena se encontraba alterada por la guerra contra Turquía, su consecuente desvío de fondos y la disminución del público por las demandas del servicio militar. La sinfonía K 534 comienza con una introducción lenta y, como no usa oboes, los clarinetes que fueron instrumentos favoritos de Mozart, son prominentes. A la introducción que apunta hacia un sentimiento sombrío, le sigue un alegro animado y contento. Al movimiento lento que sigue le corresponde un minueto en el que los clarinetes tocan separados melodías distintas con las que juegan para contraponerla y hacerlas evidentes. Para el movimiento final, Mozart parece haber tomado ejemplo en un procedimiento de Haydn consistente en proponer un solo tema, en cambio de los dos que habría usado una forma sonata del momento. Ese solo tema apoya toda la concepción estructural del movimiento y su desarrollo, hasta llegar al final que obedece a las expectativas generalizadas de su época.
Wiener Kammerorchester (Austria)
La Orquesta de Cámara de Viena se fundó en 1946 y tuvo una guía importante en la persona de su director principal Carlo Zecchi, así como en directores invitados de la talla de Yehudi Menuhin y Sándor Végh. Heinrich Schiff fue nombrado director artístico de la Orquesta de Cámara de Viena en 2005. Algunos de los programas más destacados que la orquesta desarrolló con Schiff incluyeron el ciclo completo de sinfonías de Beethoven en 2006 y las sinfonías de Schubert entre 2009-10. En mayo de 2008 Stefan Vladar fue nombrado Director Artístico de la Orquesta. Dos grandes proyectos se realizaron entre 2009 -10 bajo su batuta: una serie de conciertos de Mendelssohn y Beethoven en la Viena Konzerthaus y un ciclo de conciertos para piano de Mozart en el Theater an der Wien. La lista de directores prominentes, cantantes y solistas son prueba del nivel internacional de la Wiener Kammerorchester: Piotr Anderszewski, Martha Argerich, Cecilia Bartoli, Elena Bashkirova, Ian Bostridge, Rudolf Buchbinder, Joseph Calleja, Gianluca Cascioli, Frédéric Chaslin, Karel Mark Chichon, Richard Egarr, Adrian Eröd, Daniela Fally, Isabelle Faust, Ingrid Fliter, Reinhold Friedrich, Hélène Grimaud, Theodor Guschlbauer, Clemens y Veronika Hagen, Viviane Hagner, Lynn Harrell, Janine Jansen, Angelika Kirchschlager, Patricia Kopatchinskaia, François Leleux, Xavier de Maistre, Viktoria Mullova, Anna Netrebko, Gianandrea Noseda, Ernst Ottensamer, Emmanuel Pahud, Vasily Petrenko, Günter Pichler, Thomas Quasthoff, Julian Rachlin, John Relyea, Vadim Repin, Fazil Say, Benjamin Schmid, Peter Schmidl, David Stern, Richard Stoltzman, Antoine Tamestit, Maxim Vengerov, Stefan Vladar, Jörg Widmann y Thomas Zehetmair, entre otros. La orquesta comparte el escenario frecuentemente con el Coro Arnold Schoernberg, la Wiener Singakademie, el Coro de Cámara de Viena, los Niños Cantores y el Ballet de Hamburgo.
Stefan Vladar, director (Austria)
La carrera musical de Stefan Vladar se ha desarrollado tanto en el campo de la dirección como en el de la ejecución del piano. Estudió en su ciudad natal de Viena en la Escuela de Altos Estudios Musicales. Como director orquestal se ha desempeñado al frente de la Sinfónica de Viena, la orquesta del Mozarteum de Salzburgo y la Camerata Salzburg, la Orquesta Bruckner de Linz, la de la Haya, la Sinfónica de Bamberg, la Filarmónica de Essen y Stuttgart, la Sinfónica de la Radio de Budapest, la de la Radio Danesa y las orquestas de cámara de Basilea, Colonia, Praga y Zurich. De 2002 a 2006 dirigió la Gran Orquesta Recreación Graz. Desde 2008 es el Director Artístico y Director Principal de la Orquesta de Cámara de Viena. Ha sido invitado a numerosos festivales que incluyen a los de Salzburgo, Schleswig-Holstein, Bremen, la Schubertiade Schwarzenberg, el Internacional de Edimburgo, el de Osaka y el de Hong Kong.
Bajo su batuta se han presentado sobresalientes solistas como Clemens Hagen, Janine Jansen, Julian Rachlin y Heinrich Schiff, el Artis Quartett, el Jerusalem String Quartet así como el Ensemble WienBerlin. Los cantantes Bo Skovhus y Angelika Kirchschlager, han actuado con la dirección de Vladar quien ha grabado con los sellos Harmonia Mundi, Sony y Preiser Records.
Isabelle van Keulen, violín (Holanda)
Es reconocida principalmente como violinista, aunque se desempeña de igual modo en calidad de violista, directora de orquesta y como maestra. Hizo su primera educación formal en el Conservatorio von Sweelink de Ámsterdam y en el Mozarteum de Salzburgo con la orientación de Sandor Vegh. En 1983 obtuvo la medalla de plata en el concurso Yehudi Menuhin de Folkestone y al año siguiente obtuvo el reconocimiento a Joven Artista del Año de la BBC, lo que catapultó su carrera.
Durante dos decenios ha tocado a dúo con el pianista Ronald Brautigam. Desde 2007 es miembro del Leopold String Trio, ha sido solista y directora de la Orquesta de Cámara Noruega con la que incluso combinó la ejecución de viola y violín en una misma presentación. Fundó y dirigió entre 1997 – 2006 el Festival de Música de Cámara de Delft, Holanda. Ha sido solista e impartido clases magistrales con la Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam, la Filarmónica de Berlín y la NHK de Tokio. Los compositores contemporáneos Theo Loevendie y Erkki-Sven Tüür han escrito obras para ella. Su repertorio incluye obras del siglo anterior y del actual como los conciertos de Dutilleux, John Adams, Lera Auerbach y Knussen. A esto se suman obras de Krenek, Pettersson y Busoni. Ha grabado con los sellos Chandos, Channel Classics, Berlin Classics, Hyperion y Challenge, incluyendo un video con música de Piazzolla. Es maestra de violín, viola y música de cámara en Conservatorio de Lucerna desde 2012. Toca en un violín Guarnieri de 1734.
Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org