Concierto 1 – Till Fellner: obras para piano K 282, K 511, K 545, K 540

 

 

 

Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015

 

15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes

 

Concierto No. 1

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
Miércoles 1 de abril de 2015, 18:30

 

Till Fellner, piano, Austria

 

Sonata para piano Nr. 4 en Mi bemol mayor, K 282/189 g (1774)

I. Adagio

II. Menuetto I – II

III. Allegro

 

Rondo en La menor, K 511 (1787)

 

Sonata No.16 en Do mayor, K 545 (1788)

I. Allegro

II. Andante

III. Rondo

 

Adagio en Si menor, K 540 (1788)

 

La extensa producción de Mozart se encuentra clasificada a partir del catálogo de obras ordenado por Ludwig Köchel en 1862. Es por esto que sus obras se identifican con la letra K seguida de un número de orden. En ocasiones se dan números de catálogo alternativos que corresponden a revisiones del trabajo de Köchel.

Salzburgo, la ciudad natal de Mozart, se encuentra dentro de las fronteras de Austria, país que disfruta de la reputación que el compositor persiguió afianzar en la capital imperial de Viena. En nuestros días, un paseo en bicicleta de unos veinte minutos lleva desde Salzburgo hasta la frontera alemana y no sobra recordar que para la época de Mozart el Imperio Austro-Húngaro era una entidad política y territorial consolidada, mientras que Alemania estaba aún a varios decenios de distancia de adquirir una condición semejante. La familia Mozart se encontraba al servicio del conde Hieronymus Colloredo, príncipe y arzobispo de Salzburgo, una posición importante, pero no tanto como la de Príncipe Elector del Imperio, un exclusivo grupo de autoridades con el poder de reunirse para señalar al Emperador de Austria. Semejante cargo lo detentaba en 1774 Maximiliano III quien había conocido a los Mozart padre e hijo años atrás y, bastante al contrario de Colloredo, los trataba con amabilidad. Este Príncipe invitó a Mozart a que escribiera para la corte de su ciudad, Munich, una ópera bufa para los carnavales de 1774 – 75. Dada la estructura social de la servidumbre de la corte, Mozart debía solicitar autorización a su empleador para aceptar el encargo de Munich, lo que a su vez constituía un honor que el Elector le hacia a la corte de Salzburgo. Colloredo favoreció la ausencia de Mozart y su padre en el otoño de 1774 en una estadía que se prolongó hasta la primavera de 1775.

El ambiente más amable que rodeó a Mozart le permitió componer un grupo de cinco sonatas para pianoforte, ese novedoso instrumento para el que la corte de Salzburgo no encontraba ninguna necesidad. La sonata K 282 se encuentra dentro del grupo y comienza, un poco en contravención a lo que se estilaba en su momento, de manera lenta, concentrada y sentimental. A pesar de que la velocidad y energía aumentan en breve, el movimiento inicial en forma de sonata no llega a ser alegre. El segundo movimiento contiene dos versiones de la elegante danza cortesana del minueto, lo que endulzó los oídos de los aristócratas muniqueses. En el tercer movimiento se despliega la alegría con la que la sonata concluye y que en su conjunto le permitió a Mozart ejecutar la obra en sus numerosos viajes como pieza de exhibición por su bien elaborado carácter y su despliegue de musicalidad en el nuevo instrumento.

Mozart contaba 18-19 años para cuando escribió la anterior sonata. En contraste, las siguientes piezas del programa datan de cuando el compositor rondaba los 31-32 años y se encontraba viviendo en Viena desde hacía casi 7 años. El rondó K 511 que muchos consideran como una de las obras para piano de mayor belleza de Mozart, desafía las convenciones del género rondó por varias razones, saca provecho de las particularidades para crear una estructura sui generis y usa recursos únicos. Está basado en el modelo de la danza conocida como siciliana, lenta, sensual y melancólica. Mozart une las secciones de su rondó mediante el uso del cromatismo que entabla una relación importante con la tonalidad menor de la pieza. Suponen los estudiosos que Mozart posiblemente conoció la siciliana a través de las obras de Handel y Bach que le eran conocidas.

Muchas personas que hayan estudiado piano, que lo hayan enseñado o que hayan vivido en la cercanía de de un estudiante de piano reconocen esta pieza desde el comienzo. Y, sin embargo, es una obra a la que los pianistas con gran recorrido retornan en su madurez, cuando conocen sus capacidades lo suficiente como para sentirse a gusto con las exigencias de Mozart. Los motivos musicales fundamentales tienen un carácter convencional para su época pero el compositor hace gala de su capacidad de generar interés a través de contrastes marcados y una gesticulación que sugiere diálogo entre individuos bien caracterizados. Nuevamente hay un uso interesante del cromatismo, como el que lleva a la cadencia final de la obra.

El Adagio K 540 explota la tensión posible entre la expresión lírica, suelta y recitante enfretada o sostenida por un cromatismo disonante pero controlado. La estructura de va desarrollando en la forma de sonata y presenta entrecruzamientos de manos que resaltan los contrastes de volumen sonoro y de oposiciones entre graves y agudos en el teclado. El bello callado cierre lleva hasta el registro grave del instrumento.

 

Till Fellner, piano (Austria)

Estudió en el Conservatorio de la Ciudad de Viena y más adelante siguió lecciones privadas con los pianistas Alfred Brendel, Meira Farkas, Oleg Maisenberg y Claus-Christian Schuster. Se hizo con el premio del Concurso Internacional de Piano Clara Haskil de 1993 y con el Premio Vienés de Interpretación de Mozart de 1998. Entre 2008 y 2010 ejecutó las treinta y dos sonatas de Beethoven en Viena, París, Londres, Nueva York y Tokio, al igual que los conciertos para piano números 4 y 5 de Beethoven con la Sinfónica de Montreal, obras que igualmente fueron grabadas en CD bajo la dirección de Kent Nagano. Tras el sabático que tomó en 2012 se concentró en las obras de Bach, Haydn, Mozart y Schumann y como divulgador de la música contemporánea, estrenó una pieza de Harrison Birtwistle al lado del tenor británico Mark Padmore. Fellner se ha presentado con orquestas como la Nacional de Porto, la Sinfónica de la Radio Berlinesa, los Vienna Virtuosi, la Nacional de Lyon y Nacional de Francia, la Philharmonia y la Filarmónica de Munich, entre otras. Además, ha compartido escenario con directores como Kurt Masur, Charles Mackerras, Herbert Blomstedt, Lothar Zagrosek y Neville Marriner, por mencionar unos pocos. Ha emprendido extensas giras para hacer conciertos de cámara con el Cuarteto Belcea al igual de participar en importantes festivales de verano en Europa. También colabora con los chelistas Heinrich Schiff y Adrian Brendel y la violinista Lisa Batiashvili. Desde 2013 enseña en la Escuela de Altos Estudios Musicales de Zurich. Ha grabado una decena de CDs para los sellos ECM, Erato, Claves y EMI, con obras de Bach, Mozart, Beethoven, Schubert y Schoenberg.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org